viernes, 26 de septiembre de 2008

tarde de viernes

17:07 , suena la trompeta de mi querido wynton, umor índigo (creo yo). Afuera hay un sol incandescente. Yo debería estar en el taller, pero gracias a mi amistoso dolor de cabeza y la espalda (gracias viejo) no me sentí a gusto con un paseo en auto y dos horas de las bolitas come-coco. Me siento como gato enjaulado, y ensima no tengo papel misionero. Creo que voy a ir a charlar con mi atril que hace mucho no me cuenta nada. No tengo nada que decir en esta entrada, simplemente trato de que mi tarde de viernes sea más llevadera.
Ojalá el atril haya tenido una semana interesante

1 comentario:

orne dijo...

Y la noche? . Fue una bomba