jueves, 15 de agosto de 2013

el lenguaje y el diálogo



Desde los comienzos de la humanidad, ha germinado, simple deseo curioso de decir los nombres.
Tu amor es gris, tu ombligo es de metal, el cielo es de neón.
Una palabra, no es nada siendo sólo una palabra. Como la tierra no lo es sin las nubes. Como un sonido no es sin el aire.

...

Sube la marea en mis ojos, adoquinados de días. Por fin llega el marino a alta mar. Allí los hombres se convierten en gaviotas, cometen el crimen de la persistencia. Exento territorio, conquistado una y mil veces. Y cuando zarpe mi bote hacia una costa casta, seguro alguien estará soñando con ocupar la libertad.
Sube la marea en mis ojos, invita al navegante a zarpar. Truco de encantamiento, Contempla mis pupilas de calamita. Explora, saborea, seduce. Una vez sobre cubierta es imposible escapar a la cohesión.
Cuando una sirena canta, te lleva a las puertas de tu fortuna. Pero mi voz habla y calla. No se vislumbra la costa, tan sólo un tranquilo paseo por la mar.


...

ahora trata tú, de fusionar mis sentimientos, de amalgamar mis emociones, en sólo una palabra.  

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