jueves, 2 de mayo de 2013


Estaba el Gran Cabrío con su Cola de pez descansando junto al río, 
de pronto una gran Flecha Dorada atravesó su corazón y lo dejó sin aliento,
Detras, el Centauro miraba victorioso su acertada misión,
de pronto, la rígida flecha, se transformó en un poderoso escorpión, con cientos de 
aguijones, persiguió a Sagitario y lo mató. 
El escorpión y su presa fueron pesados por una hermosa balanza amarilla topacio
, la carne y el animal pesaban lo mismo, y por eso, se extinguieron. 

Una hermosa mujer acudió para apoderarse de tan hermoso objeto, 
pero su suerte la traicionó, y un feroz Leon devoró sus cálidas entrañas. 

El león, quien se creyó rey, tampoco disfrutó su éxito, ya que una plaga
de crustáceos se abalanzó sobre él y con sus pinzas trituraron toda su carne. 
Sin embargo, unos fuertes niños se encontraban pescando del otro lado del lago, 
y comenzaron a cazar a los cangrejos, cuando un indomable Toro los golpeó y yacieron
inconscientes. 
Otra Inocente cabra se acercó y al ver tal desastre, comenzó a llorar, 
y lloró tanto que la tierra donde estaban se transformo en mar, y con el mar
llegaron los peces, 
Sin embargo yo pude ver, que aquel mar, no era mas que el flujo de un hermosisimo cántaro,
sostenido por una inocente mujer. 

Me cautivó tanto esta imagen, que la continué mirando, y pude ver como el gran torrente 
se fue conviertiendo en un debil hilo de agua, 
y así fue que mojé mis manos
y así, en las últimas gotas, esta preciada agua se materializó en un pequeño espejo. 

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