Tanto tiempo en silencio que se me han borrado las palabras
que ahora vuelan y las atrapo con redes y las cazo, y algunas caen mansas y otras me seducen
y yo las miro, siempre las miro
y huelo el éxtasis de su seducción y penetro el regocijo que se ofrece solo cuando la marea sube y las luces danzan. Pero tan solo miro y no dejo de mirar, porque encuentro que en los ojos se deleita mucho más mi alma, que en los labios de un ser que no siempre puede bailar.

Y entonces recuerdo una canción que quizás no me gusta, y la canto porque cantar hace feliz a la gente, y después callo y mientras todos esos presos caminaron frente a mi, yo seguía en mi celda con la puerta abierta pero sin escapar

¿queda algún lugar en el mundo, en donde no sean necesarias las palabras ni los ojos ni los perfumes?

de repente una estampida de sentimientos golpean el piso y me provoca el llanto
y mi llanto es granizo que retumba en las tristezas de las gentes
y es felicidad que alimenta un corazón desolado !

estoy segura que hasta un pequeño niño que no puede hablar, puede tocar el tambor
y que admira con sus ojos de luna llena, el espejo que le regala este cielo

y quizás allá en Júpiter donde existen 63 lunas, los jupiterianos tengan 126 ojos, y las arañas sietemilnovecientostreintayocho (7938)

pero qué importa? si no he nacido en la era interestelar y si puedo viajar por este planeta y quizás por Urano, pero el resto es tan distante para mi, como a veces lo es tu abrazo

no puedo mentir con mi rostro, no puedo gozar la vida como si yo fuera autora del libro que mis actos escriben y mis memorias olvidan

yo estoy segura que mi corazón siempre está bastante lejos y muy pocas plumas han llegado a anidar y hacer cosquillas en su drupa más jugosa